Morelia, Mich., Integrantes de la Unión de Productores, Empacadores e Industriales del Valle de Apatzingán y Buenavista suspendieron, a partir de ayer y por tiempo indefinido, el corte y recolección de limón, debido a amenazas de delincuentes organizados y el bajo precio del cítrico, y solicitan que los gobiernos estatal y federal garanticen seguridad y protejan su patrimonio.
En un comunicado, los agricultores afirmaron: «seguimos con la problemática del aumento de cuotas y amenazas del crimen organizado, y estaremos en paro general hasta que el gobierno nos responda».
Según las instituciones de seguridad de Michoacán, al menos cuatro células de la delincuencia organizada tienen presencia en la entidad, una de Jalisco y tres regionales –Los Viagras, un grupo con sede en Tepalcatepec y Los templarios–, que según los limoneros cobran entre 1.50 y 2 pesos por kilogramo del fruto cosechado.
En agosto de 2023, la mayoría de los 2 mil 500 productores de limón de esa región de Tierra Caliente pararon labores por la misma queja: el aumento de cuotas del crimen organizado, sin contar que en muchas ocasiones la delincuencia decide cuándo realizar el corte de cítrico e incluso fija precios en las empacadoras.
En tanto, el presidente municipal de Buenavista, Sergio Báez, sostuvo que la protesta de los productores de cítrico se debe también a que el precio de limón bajó hasta 6 pesos por kilo, aunque para tener una recuperación básica debería estar al menos de 9 a 10 pesos, tomando en cuenta lo que se paga de cuota.
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«Cuando el precio del limón baja, no sucede lo mismo con las cuotas; además se canceló la compra de limón, pues por estar fuera de tiempo para su comercialización, era entregado a molinos», apuntó Báez.
Al momento, alrededor de 700 mil de las 850 mil toneladas de limón que se producen al año en esa región de Tierra Caliente provienen de Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec y Múgica, y en menor escala de Aguililla y Gabriel Zamora.
En el municipio de Buenavista hay 22 empacadoras que reciben la producción de cítrico de unas 23 mil hectáreas, mientras en Apatzingán 40 empacadoras obtienen el fruto de algunas localidades de Buenavista y Múgica, sembradas en al menos 20 mil hectáreas.
Autoridades de seguridad federales y estatales consideran que la presencia del crimen organizado ha alterado la vida de los habitantes de esa región, porque muchos cortadores de fruta han dejado su trabajo para sumarse a la delincuencia; los comerciantes de cabeceras municipales y tenencias pagan cuotas, mientras criminales controlan los precios de productos alimentarios y no perecederos, de ahí que la situación es crítica, pues los labriegos además viven bajo amenazas.
Con información de: La Jornada
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