El presidente de Corea del Sur declaró la ley marcial de emergencia durante la noche del martes, argumentando la necesidad de proteger al país de las «fuerzas comunistas». Sin embargo, la medida fue anulada solo dos horas después, cuando el Parlamento logró sesionar y votar 190 a favor para levantarla. La medida fue criticada tanto por la oposición como por miembros del propio partido de gobierno.
En su discurso, el mandatario justificó la decisión aludiendo a la necesidad de defender a Corea del Sur de lo que llamó “amenazas pronorcoreanas” que ponían en riesgo el orden constitucional. Las restricciones impuestas incluían la prohibición de actividades políticas, huelgas y manifestaciones, además de que los medios quedarían bajo control militar. A pesar de las críticas, el mandatario aseguró que la medida buscaba restaurar el orden y proteger la libertad de los ciudadanos.
El Partido Demócrata, principal fuerza de oposición, condenó enérgicamente la decisión, calificándola de inconstitucional. Su líder, Lee Jae-myung, aseguró que el mandatario ya no representaba a los surcoreanos. La ley marcial generó tensiones políticas inmediatas, con imágenes de fuerzas militares bloqueando el Parlamento y arrestos de legisladores que intentaban ingresar.
Además, Yoon acusó a la oposición de obstaculizar al gobierno al rechazar propuestas presupuestarias importantes y destituir a funcionarios clave. A pesar de las quejas, el presidente pidió confianza al pueblo y prometió erradicar las fuerzas antiestatales y restaurar la normalidad lo antes posible.
Con información de Excelsior
bvp
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