El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió este martes la posibilidad de transformar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en una serie de acuerdos bilaterales, lo que implicaría el fin del pacto trilateral que ha regido el comercio de América del Norte desde 2020.
La propuesta, planteada durante una rueda de prensa en la Oficina Oval junto al primer ministro canadiense, Mark Carney, sugiere que cada país podría negociar por separado: México con Estados Unidos, México con Canadá y Estados Unidos con Canadá. Según Trump, esta vía permitiría alcanzar acuerdos “más beneficiosos” para cada nación.
Al ser cuestionado sobre el futuro del tratado, el expresidente respondió con ambigüedad: “Podemos renegociarlo y eso estaría bien. O podríamos simplemente hacer acuerdos diferentes… Si lo hiciéramos, podríamos lograr acuerdos que fueran mejores para cada país”. Cuando se le preguntó cuál era su opción preferida, reiteró que su prioridad es lograr “el mejor acuerdo posible” para Estados Unidos, sin descartar a Canadá.
El T-MEC, que sustituyó al TLCAN, entró en vigor el 1 de julio de 2020 y tiene una vigencia inicial de 16 años, hasta 2036. Cada seis años está sujeto a revisión y, de no alcanzarse consenso, seguirá activo hasta su vencimiento. Si las partes acuerdan renovarlo, se extenderá automáticamente otros 16 años.
Ante esta postura, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que, para optar por acuerdos bilaterales, sería necesaria una revisión profunda del tratado, mucho más allá de la prevista para 2026. “El T-MEC es ley en Canadá, en Estados Unidos y en México, que pasó por el Congreso. Si se quisiera cambiar, tendría que hacerse una revisión muy profunda”, explicó.
Sheinbaum añadió que su gobierno no ha sido notificado sobre ninguna intención formal de sustituir el acuerdo trilateral y que el proceso de revisión continúa según lo previsto. “Estados Unidos planteó cerca de 50 puntos de lo que consideran problemas en el tratado. Muchas de estas inquietudes se están aclarando, porque no necesariamente reflejan la realidad”, explicó, poniendo como ejemplo el tema laboral: “Ellos señalan falta de recursos para tribunales, pero solo cuentan el presupuesto federal y no el estatal, que en conjunto supera los 4,000 millones de pesos”.
La mandataria insistió en que “la mayor parte del tratado se está respetando” y que confía en que México alcanzará un buen acuerdo con Estados Unidos. También confirmó que mantiene comunicación constante con la administración estadounidense y que, de ser necesario, buscará una llamada con Trump en los próximos días, en el marco de las negociaciones comerciales y la posible imposición de aranceles.
En su más reciente reunión con Carney, Sheinbaum reafirmó su compromiso con fortalecer el T-MEC, al considerarlo clave para la competitividad de América del Norte. “Este tratado no solo ha incrementado el comercio y las oportunidades de inversión, sino que ha generado empleos mejor remunerados, cadenas de suministro más sólidas y mercados más competitivos”, subrayó.
A pesar de las declaraciones de Trump, funcionarios mexicanos como el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, confían en que el acuerdo mantendrá su naturaleza trilateral. “Aunque muchos temas se negocian de forma bilateral, al final se alcanza un consenso entre las tres naciones”, señaló, destacando ejemplos como el comercio del aguacate, el tomate o la madera.
Con información de Expansión
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