Por Israel Navarro
Twitter @navarroisrael
La intervención de Rusia en Ucrania puede tomar un vuelco interesante con la muerte de Yevgeni Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner. Pero, ¿quién era este sujeto, y por qué había motivos para darle un resorterazo a su avión? Bueno, sabemos que Vladimir Putin, solo opera con gente de extrema confianza, uno de ellos era Prigozhin, que conoció en los noventa y en algún momento le pasaba contratos de catering, por eso le apodaban «el chef de Putin».
Pero por allá del 2014, cuando se declaró abiertamente el conflicto con Ucrania, Prigozhin con permiso de Putin funda el Grupo Wagner, un ejército privado a sueldo, con el que el Kremlin comienza a operar en territorio ucraniano, y en otros países como Siria, la República Central Africana y Mali. Es decir, se convirtió en un brazo armado no oficial con el que Putin podía a apoyar a sus aliados en África y Asia, operando en lo oscurito y sin que se le pudiera achacar responsabilidades. Un negocio jugoso porque no solamente, los dictadores apoyados por Wagner pagaban sus servicios con dinero, sino también con títulos mineros.
Más de Israel Navarro:
Pero aquí vino el problema: Wagner estaba siendo utilizado para combatir en Ucrania ante el pobre desempeño del ejército ruso. De hecho, las batallas más importantes y donde Rusia gana terreno es con Wagner. Esto lleva a Prigozhin a criticar fuertemente a los altos mandos militares rusos, lo que desata una serie de dimes y diretes y reparto de culpas, hasta que en junio de este año, el líder de Wagner pierde la paciencia y convoca a una marcha para avanzar hacia Moscú. Eso le cayó a Putin como taladro de dentista, y lo calificó de traidor. En automático, Prigozhin se echó para atrás, por orden del Kremlin, las tropas de Wagner fueron replegadas de Ucrania y mandadas a Bielorrusia, y dos meses después, Don Prigo muere trágicamente en un «accidente» aéreo.
Tres lecciones que nos deja esto, y que pueden acelerar el desenlace del conflicto con Ucrania. 1. Al mundo le quedó claro que no se puede llegar a acuerdos con Putin, porque puso en evidencia el estilo de purga stalinista que es capaz de hacer. 2. Los militares y su círculo cercano deben estar sumamente nerviosos, lo cual aumenta la tensión en las operaciones bélicas. Y 3, el más importante, Rusia pierde el único operador militar eficiente que tenía en territorio ucraniano, lo cual va a fortalecer a la resistencia.
Es incierto que va a pasar con Wagner, pero se asume que habrá un reacomodo con la mano del Putin, o una posible partición con una empresa mercenaria competencia llamada PMC Redut. Pero lo que si quedó claro es que Putin no va a tolerar ningún tipo de insurrección, aunque le cueste sacrificar a un brazo operativo vital. Para él, es todo o nada. Pragmatismo total.
Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica.
Recent Comments