Por Israel Navarro
Twitter @navarroisrael
Hay un tema que está pasando relativamente por debajo del radar, pero que es sumamente delicado: la imposibilidad de que el INAI pueda seguir funcionando. Si le preguntan a Peña Nieto qué es eso, les dirá que es el “Instituto de Información de Acceso de Información a la Opinión Pública de Toda la Información Disponible para la Ciudadanía”, y palabras más palabras, palabras menos, es eso.
Es el órgano al que uno recurre cuando el gobierno se hace pato al solicitarle algún tipo de información, sobre cómo actúa o cómo gasta el dinero del pueblo bueno y sabio. Básicamente, el pleno del INAI analiza cada una de las solicitudes de información y determina si la dependencia aludida debe o no entregar la información al ciudadano que la solicitó. Pero para que este defensor de la transparencia funcione necesita tener un quórum mínimo de 5 de los 7 consejeros.
Y aquí está el problema, porque como todo órgano institucional hay rotación de consejeros, los cuales duran 7 años en el cargo, pasado ese tiempo el Senado tiene que nombrar a los reemplazos de los salientes. El año pasado salieron 2 consejeros, pero con 5 se podía seguir sesionando. El 30 de marzo culminó el periodo de otro consejero más, y de los 7 que tenía ya no’más me quedan 4, 4, 4. Ahí es donde la puerca torció el rabo, porque si no hay quorum mínimo, ninguna resolución del INAI es vinculante, ergo ¡viva la opacidad!
La pregunta es: ¿por qué el senado lleva un año sin hacer su chamba y no ha nombrado a los 3 consejeros faltantes? Obvio, porque el Senado está controlado por Morena y no quiere que la ciudadanía pregunte sobre el actuar del gobierno. Dice el presidente López Obrador que el INAI no sirve para nada, y que para trasparentar ya tenemos a la Secretaría de la Función Pública, que depende de él, y la Auditoria Superior de la Federación, cuyo titular lo nombra el Congreso, donde Morena tiene mayoría.
Por eso, la 4T ha encontrado la manera ideal de neutralizar esa piedra en el zapato congelando indefinidamente los nombramientos de los consejeros faltantes, a menos de que sean afines al oficialismo. De hecho, el mismo Secretario de Gobernación fue grabado explicando esta cínica artimaña a los senadores morenistas.
Por eso, la presidenta consejera del INAI solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una resolución para que los 4 consejeros aun habilitados puedan sesionar como quorum mínimo, y así poderle dar trámite a las más de 2,100 peticiones de información que están pendientes. Pero si eso no ocurre, estaremos ante el golpe de opacidad más grande de la historia y un retroceso de décadas en desarrollo político y ciudadano. ¡Pilas con eso!
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