«Irapuato.- En lo alto del tren conocido como La Bestia, un perro labrador viaja, acompañando a su dueño, Jesús Rivas Oropeza, un comerciante venezolano que se embarcó en un viaje desde la Ciudad de México hasta Guanajuato en busca del sueño americano. Lo asombroso es que aunque sin papele, sigue fiel en su camino junto a su dueño.
Jesús Rivas, de 26 años, originario de Puerto Ayacucho, en el estado de Amazonas, Venezuela, tomó la decisión de emigrar a Estados Unidos hace 20 días debido a la difícil situación económica en su país. Sin embargo, lo que hace que su historia sea única es su inquebrantable lealtad hacia Beethoven, su fiel compañero.
El perro, de manera admirable, ha demostrado un comportamiento ejemplar a lo largo del viaje. Ha enfrentado desafíos como subir a una lancha en la selva, atravesar montañas y abordar La Bestia, el tren que miles de venezolanos y guatemaltecos utilizan para recorrer México en su camino hacia el sueño americano.
Por si no lo viste:
La razón detrás de esta conmovedora travesía es que Jesús no pudo soportar la idea de abandonar a Beethoven. En Venezuela, la situación económica había llegado al punto en el que no podía comprar el alimento de su fiel amigo, cuyas bolsas de croquetas costaban 10 dólares cada una. Así que, con el perro a su lado, emprendió el viaje rumbo a Estados Unidos.
A lo largo de la ruta, en los costados de las vías del tren, Jesús espera pacientemente a La Bestia para continuar su viaje. Carga a Beethoven y lo sujeta firmemente durante el trayecto para garantizar su seguridad. Jesús asegura que jamás lo abandonaría y muestra su profundo afecto por su perro.
El viaje de Jesús Rivas y su leal labrador ha abarcado miles de kilómetros, desafiando obstáculos como la peligrosa selva del Darién. Han abordado autobuses y pedido ‘raite’ (aventones), pero en ningún momento se han separado.
«Anoche viajamos en tren desde la Ciudad de México y, gracias a Dios y al apoyo de las personas a lo largo de nuestra travesía, llegamos hasta aquí», relata Jesús desde el campamento, donde una asociación les brindó un plato de lentejas. «He conocido a personas bondadosas en el camino, y estoy decidido a seguir adelante. Mi tío en Atlanta, Georgia, me espera con la bendición de Dios».Jesús Rivas también comparte su vínculo familiar con su tío, Joan Oropeza, «un hermano de mi madre», y enfatiza su determinación de llegar juntos a su destino en Estados Unidos.»
Con información de La Silla Rota Guanajuato
DVA
Recent Comments