La madrugada de este viernes, autoridades francesas reportaron que más de 800 personas fueron detenidas en diversas localidades del país por la ola de manifestaciones tras el asesinato de un joven a manos de la policía en una parada de control de tránsito.
Los manifestantes erigieron barricadas, encendieron fuegos y lanzaron fuegos artificiales contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y carros hidrantes en las calles francesas durante la noche mientras crecía la tensión por el tiroteo mortal de la policía contra un joven de 17 años que conmocionó a la nación.
De las 875 personas que han sido arrestadas, un balance definitivo confirmado este viernes por el Ministerio del Interior, reveló que al menos 408 arrestos ocurrieron en la zona que compete a la Prefectura de la Policía de París.
Ante el descontento popular, el gobierno de Emmanuel Macron desplegará a 40 mil policías para contener a la población que mantiene las calles tomadas. Las ciudades de Clamart, en la región parisina, y Compiègne, a unos 70 kilómetros al norte de la capital, decretaron un toque de queda nocturno que durará hasta el próximo lunes.
Al igual y para «evitar altercados», la Policía de Marsella prohibió todas las manifestaciones para este viernes a partir de las 19:00 horas.
Por si no lo viste:
La primera ministra, Élisabeth Borne, dijo que “todas las hipótesis” están sobre la mesa, al ser interrogada por la posible declaración de un estado de emergencia. La última vez en que Francia declaró el estado de emergencia fue en noviembre de 2015, con motivo de los atentados yihadistas de París.
Toda la movilización tiene lugar después de la muerte de Nahel, un joven de 17 años, recibió un disparo en el pecho en un retén policial, tras la detención de su vehículo. El agente responsable aseguró que actuó en defensa propia.
Sin embargo, la justicia decretó ayer prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años sospechoso de haber disparado, indicó la fiscalía.
La madre de un joven afirmó que solo culpa de su muerte al agente que disparó a su hijo, una tragedia que ha desencadenado tres noches consecutivas de disturbios destructivos y reavivado un acalorado debate sobre la discriminación y la actuación policial en comunidades multiétnicas de bajos ingresos.
Las imágenes del incidente filmadas por un transeúnte mostraban a dos agentes situados en el lado del conductor del automóvil, uno de los cuales disparó su arma contra el conductor a pesar de que no parecía estar en peligro inmediato.
«No culpo a la Policía, culpo a una persona, la que acabó con la vida de mi hijo», declaró la madre de Nahel, Mounia, a la cadena de televisión France 5 en una entrevista a cámara.
Prache dijo que se cree que el agente actuó ilegalmente al utilizar su arma. Actualmente se enfrenta a una investigación formal por homicidio voluntario y ha ingresado en prisión preventiva, informó este jueves BFMTV, filial de la CNN.
A pesar de los llamamientos de los altos funcionarios a la paciencia para dar tiempo a que el sistema judicial siga su curso, un número considerable de personas en toda Francia siguen conmocionadas y enfadadas, especialmente hombres y mujeres jóvenes de color que han sido víctimas de discriminación por parte de la Policía.
Con información de CNN, Aristegui y Popular.
dmra
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