La cantante Taylor Swift anunció que ha recuperado los derechos de las grabaciones originales de sus primeros seis álbumes de estudio, lo que le otorga control total sobre la totalidad de su obra musical publicada hasta 2017. La adquisición incluye también los videos musicales, conciertos, fotografías y canciones inéditas de ese periodo. Según medios estadounidenses, la operación se habría concretado por 360 millones de dólares.
El anuncio fue realizado a través de un comunicado publicado en su página web y redes sociales, donde la artista afirmó que “toda la música que he hecho ahora me pertenece”. De esta manera, se convierte en propietaria de los llamados masters de sus álbumes “Taylor Swift” (2006), “Fearless” (2008), “Speak Now” (2010), “Red” (2012), “1989” (2014) y “Reputation” (2017).
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Los derechos de estas grabaciones estuvieron en disputa desde 2019, año en el que Swift abandonó Big Machine, el sello discográfico que la firmó cuando tenía 15 años. Al salir de la compañía, los derechos quedaron en manos de Scott Borchetta, fundador del sello, quien posteriormente vendió Big Machine a Scooter Braun por aproximadamente 300 millones de dólares. La cantante no tuvo la oportunidad de adquirir el catálogo antes de esta transacción.
Más adelante, en 2020, la firma de capital privado Shamrock Capital adquirió esos derechos. Es con esta empresa con la que Swift logró finalmente negociar la recompra de su catálogo. Personas cercanas al equipo de la artista han indicado que no hubo intervención de terceros ni de Braun en la operación y que todo el crédito corresponde a Shamrock Capital y al equipo de gestión con sede en Nashville.
Desde que perdió los derechos, la artista inició un proceso de regrabación de sus discos bajo el sello Taylor’s Version, como forma de recuperar el control creativo y económico de su trabajo. Entre 2021 y 2023, lanzó nuevas versiones de “Fearless”, “Red”, “Speak Now” y “1989”, que lograron gran éxito comercial y simbólico. La regrabación de “Reputation” aún no está en proceso avanzado, mientras que el álbum debut se encuentra casi listo.
Con esta adquisición, la artista consolida su autonomía artística y patrimonial, cerrando una etapa marcada por disputas legales y comerciales que comenzaron hace seis años.
Con información de El País
MM
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