La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este miércoles que el Gobierno enviará al Congreso las leyes secundarias de la reforma energética. Estas modificaciones buscan transformar el sector, fortalecer a Pemex y la CFE, y simplificar sus estructuras operativas.
Durante la firma de estas leyes, Sheinbaum destacó que su objetivo es consolidar a ambas empresas como pilares estratégicos del desarrollo nacional. Entre los cambios más relevantes, la Secretaría de Energía (Sener) recuperará la rectoría sobre la planeación del sector, mientras que la CFE garantizará la estabilidad y seguridad del sistema eléctrico. Pemex, por su parte, podrá operar bajo contratos mixtos de exploración y extracción.
Luz Elena González, titular de la Sener, explicó que estas reformas complementan cambios constitucionales previos y revierten las políticas neoliberales aplicadas desde 1992, las cuales, según el gobierno, favorecieron la privatización y debilitaron el sector energético.
La reforma introduce seis nuevas leyes, incluyendo la Ley de la Empresa Pública del Estado para Pemex y CFE, la Ley de Planeación y Transición Energética, y la Ley del Sector Eléctrico e Hidrocarburos. Entre las medidas destacadas, se reconoce el concepto de «justicia energética», garantizando acceso equitativo a la energía para la población más vulnerable. También se creará el Sistema Nacional de Información Energética y el Consejo de Declaración Energética para mejorar la coordinación del sector.
Sheinbaum afirmó que esta reforma revierte la de 2013, la cual permitió la entrada de empresas privadas al sector. “Se recupera el sentido público de la CFE y Pemex como garantes de la producción de energía para el pueblo de México y la soberanía nacional”, subrayó la mandataria.
Otro de los cambios clave es la eliminación de subsidiarias y filiales dentro de Pemex y CFE, consolidando sus operaciones en una estructura más eficiente. González explicó que la separación legal impuesta en 2013 había afectado su funcionamiento y que su eliminación permitirá mayor agilidad operativa.
Además, la reforma redefine la participación del sector privado en la generación de energía, permitiendo inversiones bajo esquemas mixtos. Sin embargo, la CFE deberá conservar al menos el 54% de la producción eléctrica nacional. Asimismo, se estableció que las actividades de Pemex y CFE no serán consideradas monopólicas, ya que cumplen una función social.
Finalmente, se anunció la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Sus funciones serán absorbidas por la nueva Comisión Nacional de Energía, que dependerá de la Sener y tendrá atribuciones en regulación, permisos y supervisión del sector.
Con información de El Economista
bvp
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