Por Alfonso Malpica Olvera
Mejorar la alimentación infantil para mejorar la salud de la infancia
No cabe duda de que la buena salud es primordial para todas las personas, también para los más pequeños. Sin embargo, los expertos sanitarios vienen advirtiendo del crecimiento acelerado de un nuevo riesgo para nuestros niños y niñas que es la obesidad infantil.
Según datos de UNICEF de noviembre del pasado año, el sobrepeso infantil en México había aumentado un 120% entre 1990 y 2023. Un crecimiento exponencial que enciende todas las alarmas sobre el estado de salud de nuestra infancia y nos obliga como adultos a prestar toda la atención necesaria sobre esta situación que puede ser determinante, no sólo para la salud de los menores en el presente, sino para toda su vida adulta, ya que la obesidad infantil puede acarrear como consecuencias el desarrollo de enfermedades crónica muy graves, como riesgo de infarto prematuro o la diabetes juvenil.
Como padres y madres tenemos el deber de garantizar una alimentación equilibrada para los más pequeños, pero también educarles para que entiendan que esos dulces o bebidas azucaradas que tanto les gustan son premios bien merecidos o elementos de consumo extraordinario, que además, si se limitan, harán que sean mayormente valorados.
Si bien es cierto que la precariedad económica de muchas familias es la razón que está detrás del consumo de comida chatarra, que lejos de aportar los nutrientes necesarios, aporta azúcares y calorías que son dañinos para el desarrollo físico de niñas y niños.
También es verdad que se llegan a dar situaciones tan extremas como de que hay lugares en nuestro país que es más fácil el acceso a las bebidas azucaradas que al agua potable corriente y eso acaba también determinando los hábitos de consumo de toda la familia, incluidos los pequeños y pequeñas.
Sin embargo, y teniendo en cuenta todas las circunstancias que se derivan de la gestión que hacemos los adultos de nuestras situaciones familiares y económicas, lo cierto es que todos los niños y niñas tienen el derecho de disfrutar de una alimentación saludable y nosotros como adultos tenemos el deber de proporcionársela en las mejores condiciones en la medida de lo posible.
De esta manera podemos aprovechar para fomentar nada menos que la comida tradicional mexicana, reconocida declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
El objetivo es fomentar la salud de la infancia, nuestra buena comida y la cultura mexicana todo junto. Vale la pena que lo hagamos.
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