La capital de Guerrero se despertó en un panorama desolador en el que las calles lucían casi vacías, con la ausencia notable de estudiantes y funcionarios que no retornaron tras el largo fin de semana con motivo del aniversario de la Promulgación de la Constitución.
Tanto escuelas como oficinas gubernamentales operan con una mínima cantidad de empleados, cerrando sus puertas debido a la creciente violencia y la escasez de transporte público.
La mañana del lunes, la ciudad fue testigo de un escalofriante episodio, pues en apenas dos horas, cuatro conductores del transporte público fueron brutalmente asesinados, mientras que otro resultó gravemente herido, este incidente sumió a la población en un estado de temor y preocupación aún mayor.
La falta de seguridad se ha hecho evidente en las calles, donde la presencia de taxis y camionetas urvan era prácticamente nula, además los conductores temían convertirse en las próximas víctimas de la violencia desatada por las organizaciones criminales.
Incluso el transporte interurbano desapareció por completo, dejando los puntos de partida hacia varios municipios vacíos y sin unidades disponibles.
La situación era tan alarmante que, en los sitios de las rutas hacia comunidades como El Ocotito o Petaquillas, los puntos de partida permanecían cerrados, recordando con una vela encendida a uno de los conductores asesinados apenas unos días antes.
El clima de inseguridad se intensificó aún más cuando, al mediodía, en la colonia Los Ángeles, desconocidos arrojaron un artefacto explosivo a un taxi estacionado, provocando un incendio que fue sofocado por los vecinos.
La incertidumbre se extendió a los ámbitos laboral y educativo, pues los dirigentes sindicales, conscientes de los riesgos asociados con el transporte público, aseguraron a los trabajadores del gobierno estatal que no habría sanciones ni descuentos por su ausencia, como resultado, solo unos pocos empleados se presentaron, considerados de confianza.
Las escuelas, por su parte, decidieron cerrar sus puertas en un gesto de precaución, desoyendo la declaración del secretario de Educación sobre la continuidad de las clases en Chilpancingo, desde el nivel preescolar hasta la Universidad Autónoma de Guerrero, todos los planteles permanecieron inactivos.
Por si no lo viste:
El impacto de la falta de transporte público se extendió al sector comercial, donde numerosos negocios en el centro de Chilpancingo optaron por cerrar sus puertas y aquellos que sí abrieron lo hicieron con extrema precaución, retrasando su horario de apertura y cerrando temprano para evitar exponerse a posibles ataques armados en las calles.
En cuanto a la cancelación de la Feria de la Bandera, la festividad más importante del municipio de Iguala, reflejó la gravedad de la situación, con el ayuntamiento tomando esta decisión ante las amenazas de violencia dirigidas al alcalde y la creciente inseguridad en la región.
Con información de El Universal
DVA
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