El expresidente Donald Trump realizó una visita al recién construido centro de detención de migrantes en los Everglades de Florida, un lugar remoto rodeado de pantanos con caimanes y serpientes. Trump describió la instalación como un modelo que podría replicarse en varios estados del país para acelerar las deportaciones y reforzar su política migratoria. Durante el recorrido, sugirió incluso que soldados de la Guardia Nacional podrían fungir como jueces de inmigración para agilizar los procesos.
La instalación, apodada por Trump como “Alcatraz Lagarto”, está diseñada para albergar hasta 3,000 personas y cuenta con medidas de seguridad extremas: 200 cámaras, kilómetros de alambre de púas y 400 guardias. Construida en solo ocho días sobre una antigua pista de aterrizaje, fue celebrada por Trump y el gobernador Ron DeSantis como una solución eficiente y disuasiva.
Durante su discurso, Trump aseguró que ahí serían retenidas algunas de las personas “más crueles del planeta” y bromeó sobre cómo escapar de caimanes. En contraste, cientos de manifestantes acudieron al lugar para protestar por el trato a migrantes y los posibles efectos ambientales sobre los Everglades, un ecosistema que alberga especies en peligro y comunidades indígenas.
La administración de Trump defiende la ubicación remota como un mensaje claro de disuasión. Además, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, señaló que los migrantes retenidos podrían optar por la autodeportación, una alternativa para evitar su estancia en el centro.
El costo anual del centro ronda los 450 millones de dólares, parte de los cuales serían cubiertos por FEMA. El proyecto ha desatado polémica no solo por su simbolismo, sino también por los riesgos ecológicos y legales. Trump no descartó expandir este tipo de instalaciones a otros estados e incluso reiteró su interés en reabrir Alcatraz o usar la cárcel de Guantánamo para casos migratorios.
Trump también comentó que deberían deportarse ciudadanos estadounidenses considerados peligrosos, y criticó al presidente Biden por sus acciones legales en su contra. Durante el recorrido, reafirmó su alianza política con DeSantis y celebró la aprobación de un proyecto de ley fiscal en el Senado, mientras justificaba su presencia en Florida como una declaración de prioridades: la migración como eje de su estrategia nacional.
Con información de El Diario
bvp
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