En los primeros minutos de este martes, el gobierno de Estados Unidos implementó aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá. Esta medida, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, busca reducir el déficit comercial y abordar preocupaciones relacionadas con la inmigración y el tráfico de drogas.
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó la decisión como «ofensiva, difamatoria y sin sustento». Anunció que México implementará medidas arancelarias y no arancelarias contra Estados Unidos a partir del 9 de marzo, detallando que estas acciones serán reveladas en una audiencia pública en esa fecha.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su rechazo a la imposición unilateral de aranceles por parte de Estados Unidos, argumentando que afectan la competitividad regional y contravienen el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La organización advirtió que estas medidas podrían poner en riesgo miles de empleos y futuras inversiones en el país.
En el ámbito empresarial, Honda anunció que trasladará la producción de su nuevo modelo Civic de México a Indiana, Estados Unidos, para evitar los aranceles impuestos. La producción, inicialmente programada para comenzar en México a finales de 2027, se llevará a cabo en Indiana a partir de mayo de 2028, con una producción estimada de 210,000 vehículos anuales.
Estas acciones han generado preocupación sobre una posible recesión en México, ya que los aranceles podrían afectar significativamente sectores clave de la economía nacional. La incertidumbre ha llevado a empresas a reevaluar sus operaciones en el país, lo que podría tener consecuencias en el empleo y la inversión extranjera.
bvp
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