Un ataque ruso con misiles destruyó parcialmente un hospital infantil en Kyiv este lunes, provocando que pacientes y sus familias huyeran para salvar sus vidas. Las autoridades temen que haya personas atrapadas bajo los escombros.
Moscú lanzó un ataque aéreo diurno contra varias ciudades de Ucrania durante la hora punta de la mañana, resultando en al menos 38 muertos y 190 heridos, según informó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. Las operaciones de búsqueda y rescate continúan tras el bombardeo que afectó a zonas de la capital y otras ciudades como Dnipro, Kryvyi Rih, Slovyansk y Kramatorsk.
El ataque en Kyiv dejó 28 víctimas mortales, incluyendo cuatro niños, informó el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. En el hospital Okhmatdyt, el mayor centro médico infantil del país, dos personas murieron y al menos 16 resultaron heridas. Según el Defensor del Pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, cada año se realizan unas 7,000 intervenciones quirúrgicas en este hospital, incluyendo tratamientos contra el cáncer y enfermedades hematológicas.
Videos del hospital mostraban a voluntarios trabajando con la policía y los servicios de seguridad para abrirse paso entre los escombros. El ministro de Sanidad ucraniano, Viktor Liashko, informó que más de 600 pacientes fueron evacuados, y más de 100 trasladados a otros centros sanitarios. Las unidades de cuidados intensivos, oncología y cirugía resultaron dañadas.
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Los ataques formaron parte de un bombardeo diurno sobre ciudades ucranianas, incluyendo zonas densamente pobladas alejadas del frente. Estos ataques ocurrieron un día antes de una cumbre de la OTAN en Washington, donde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planea anunciar nuevas medidas para reforzar las defensas aéreas de Ucrania.
En otro ataque ruso en Kyiv, siete personas murieron en un centro médico privado perteneciente a la red Adonis. El Ministerio de Defensa ruso afirmó que había atacado “instalaciones industriales militares de Ucrania y bases aéreas” con armas de largo alcance y alta precisión.
Varias enfermeras y médicos del hospital infantil describieron el caos y la desesperación durante el ataque. Niños fueron evacuados al refugio del sótano y el personal médico trabajó bajo condiciones extremas para completar procedimientos y extinguir incendios.
Un equipo de la ONU visitó el lugar tras el ataque y vio a niños recibiendo tratamiento en camas de hospital instaladas en parques y calles. Volker Turk, jefe de derechos humanos de la ONU, destacó los daños graves a las salas de cuidados intensivos, cirugía y oncología del hospital, así como la destrucción del departamento de toxicología infantil.
Con información de CNN.
AR
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