La Fiscalía de Chiapas informó del rescate de 4,187 vecinos de Tila, quienes pasaron una semana escondidos en sus casas debido a una turba criminal. Los ataques, que comenzaron el martes, dejaron dos muertos, un hombre de 41 años y un menor de 16, además de 21 vehículos y 17 casas quemadas. Los desplazados han sido reubicados en albergues en diferentes puntos del Estado.
Desde el inicio de los ataques, los vecinos de Tila habían pedido auxilio a través de mensajes a familiares y amigos, y publicaciones en redes sociales, denunciando la violencia. En medio de los ataques, un vecino describió la situación: “Sobrevivimos de milagro. Las detonaciones comenzaron a las 20:00 y se escuchaban ráfagas en varios puntos. Empezaron a quemar casas”, relató.
La violencia en Tila, impulsada por un largo conflicto ejidal y político, se ha intensificado desde el año pasado. La disputa por 130 hectáreas de terreno entre ejidatarios y autoridades municipales ha sido el hilo conductor del conflicto. En 2015, los ejidatarios expulsaron a los funcionarios municipales, exacerbando las tensiones.
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El Partido Verde ha sido señalado como un actor perpetuador del conflicto, manteniendo el poder local durante casi 20 años. “La mayoría de la población no somos afines a ellos debido al abandono de la cabecera. Muchos estamos hartos de que no se provean servicios básicos como luz, agua potable y recolección de basura”, comentó un vecino.
La situación en Tila refleja la complejidad de los conflictos en Chiapas, donde la violencia y los desplazamientos son frecuentes. La mezcla de intereses políticos, económicos y territoriales ha hecho difícil identificar a los grupos responsables de los ataques y resolver el conflicto de manera efectiva.
Con información de El País
bvp
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