Irán Castillo y Diego de Erice podrían haber salido de mundos completamente distintos. Mientras ella irradia dulzura con su rostro y su trato amable, se declara una rockera de corazón que guarda con cariño los recuerdos de su adolescencia siguiendo a bandas como Metallica y Guns N’ Roses. Por otro lado, él rechaza de manera categórica ese género musical tan importante y se define más bien como un fresa empedernido.
Pero esto no se nota en el salón de ensayos, donde ambos conviven con 13 niñas y niños cargados de energía, quienes toman los instrumentos y los hacen sonar como si fueran una banda consolidada.
Allí, emplean sus habilidades actorales para enseñarles cómo deben rockear. Diego lo hace con una convicción que haría suponer que es un verdadero fanático de Aerosmith o Led Zeppelin.
No se trata de una master class para los peques, sino de los ensayos del musical «School of rock», que por primera vez se monta de manera profesional en México.
“Estos chavitos merecen apoyarse en un elenco sólido, consolidado y nombres en la marquesina”, opina el actor.
“El teatro en México tristemente no es como en Broadway o el West End, donde vas a ver la obra sin importar las caras famosas. En nuestro país los nombres en la marquesina pesan. Así que bajarnos de lo que estamos acostumbrados y ser parte del sueño de estos chavitos es muy bonito”.
La producción, que está a cargo de Claudia Rangel, quien hace su debut en el mundo teatral, estrenará a pocos días del Día del Niño, el 27 de abril, en el Teatro San Jerónimo Independencia.
Y justamente aquí las verdaderas estrellas son 13 nuevos talentos que buscan en la actuación no sólo el medio para expresarse, sino tal vez también su vocación.
Irán asume esa responsabilidad con gusto. Asegura que le hubiera gustado iniciar su vida como actriz a esa edad y en el teatro musical. Ella comenzó su carrera a los 12 años y de inmediato se encaminó a la música y la televisión; ahora, a sus 47 y con una basta experiencia, se siente cómoda ayudando a estos pequeños.
Destaca que habrá tres elencos infantiles que considera sobresalientes, pues además, a su corta edad, pasaron un filtro. “Es un reto para todos porque cuando ya te acostumbraste a uno tienes que acoplarte a otro (ensamle)”.
“La gente que vaya al teatro siempre verá una función distinta, cambia muchísimo, pero pueden estar seguros de que son los mejores, porque ellos hicieron casting y los seleccionaron”.
Elenco que suena bien
La historia de School of rock muestra la vida de Dewey (Diego), un guitarrista que, al ser expulsado de su banda de rock, enfrenta problemas financieros.
Mientras intenta vender su equipo, responde a una llamada de Rosalie (Irán), la directora de una escuela primaria, preguntando por Ned (José Illanes), su mejor amigo, sobre un puesto a corto plazo como maestro sustituto.
Dewey se hace pasar por Ned y es contratado. Allí descubre que sus pequeños poseen mucho talento musical y decide formar un grupo de rock con ellos para competir en la Batalla de las bandas.
La historia es algo con lo que, coinciden, se indentifican sus protagonistas, pues los niños les dan lecciones de talento: tocan de verdad sus instrumentos, si bien son apoyados por una banda
“Siempre trabajar con menores tiene una complejidad mayor, porque son dispersos, están jugando, pero esta obra justo se trata de eso, entonces creo que hemos hecho un buen equipo”, detaca Diego.
Con el paso de los días y los ensayos, el actor se ha sentido como en un salón de clases real, en el que vela por los intereses de los niños, a quienes alecciona e insta a ser mejores, siempre con equilibro.
“Si le llamo la atención a un niño es en serio, porque no está en su marca, o no llegó, o sólo por darle lata. Siento que es importante ser una figura aspiracional, pero no debes decirle, ‘haz lo que hago’, no ponerles un nivel de exigencia”.
Con información El Universal.
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