De acuerdo con expertos, la caverna Garra de Jaguar ubicada debajo del trazo del Tramo 5 Sur del Tren Maya en Quintana Roo, está siendo contaminada por un derrame de cemento proveniente de las obras en la superficie. Este hallazgo ha generado preocupación entre los expertos y la comunidad debido a las posibles implicaciones ambientales y de seguridad hídrica.
El naturalista Raúl Padilla ha sido uno de los primeros en alertar sobre esta situación, mostrando el derrame que fluye desde el techo de la caverna, que es el suelo por donde pasará el tren, y se seca dentro de la misma. Este incidente resalta el impacto negativo que las obras del Tren Maya están teniendo en este importante sistema kárstico y en los ecosistemas subterráneos de la región.
Cabe decir que el trazo del Tren Maya no solo divide la caverna, sino que también fragmenta los corredores biológicos esenciales, como el hábitat del jaguar. Además, la filtración de cemento en las cuevas plantea serias preocupaciones sobre la contaminación del acuífero subterráneo más importante de Quintana Roo, el cual abastece de agua a la región.
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Guillermo D’Christy, hidrólogo, ha señalado que la vibración de la maquinaria utilizada en las obras han provocado el desprendimiento de partes del techo de las cavernas. Este fenómeno, junto con la filtración de concreto sin las adecuadas protecciones, podría tener graves consecuencias para la estabilidad de las cuevas y la calidad del agua en la región.
Por último es importante destacar que la mayor parte de las cuevas del Tramo 5 del Tren Maya se encuentran entre Playa del Carmen y Tulum, zonas de gran importancia ecológica y turística, por lo que la contaminación de estos ecosistemas subterráneos plantea grandes desafíos significativos para la preservación del medio ambiente y la seguridad hídrica de la región en el contexto de la construcción del Tren Maya.
Con información de El Universal.
AR
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