Después de una semana de parálisis en el puerto de Acapulco, Guerrero, ante la suspensión del transporte público por amenazas de presuntos grupos criminales, el gobierno estatal anunció que se ha logrado restablecer el servicio al 70 por ciento.
La Guardia Nacional ha colaborado proporcionando camiones para suplir la falta de transporte público, ya que aún no se ha logrado revitalizar el servicio al 100 por ciento.
Por su parte, algunas rutas aún no han reanudado sus operaciones, entre ellas se encuentran El Pedregoso, San Isidro, Pie de la Cuesta, las tres secciones de la colonia Jardín, Ex Campo de Tiro y el fraccionamiento Mozimba.
Además, las rutas Urvan Potrerillo-Caleta, Granjas-Caleta, Antorcha Revolucionaria-Caleta, que conectan la zona poniente con la colonia Centro y Caleta, aún no han vuelto a funcionar. Tampoco operaron las rutas de camionetas Urvan de la calle 13, que circulan por la avenida Ejido, ni la Infonavit-Alta Progreso-Caleta, que lleva al anfiteatro de la ciudad. También se reporta la falta de camiones en las rutas Hospital-Vacacional y Hospital-Zapata, que atraviesan la zona de hospitales en la avenida Ruiz Cortines.
La violencia en Acapulco comenzó con incendios, crímenes y extorsiones a choferes de transporte público. Sin embargo, el cese del servicio público se desencadenó tras el asesinato de Alejandro Solano, un transportista atacado a tiros en un estacionamiento en la avenida Constituyente, donde presuntamente dejaron una cartulina con un «narco-mensaje».
Por si no lo viste:
Según informes locales, más de 200 transportistas suspendieron el servicio por completo desde el miércoles 10 de la semana pasada. Se atribuye esta ola de violencia al cártel Los Rusos, que supuestamente busca venganza porque los transportistas se negaron a pagar extorsiones semanales.
Con información de debate
DVA
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