El pasado martes, el papa Francisco anunció con gran pesar, la cancelación de su viaje del próximo viernes a la conferencia climática COP28 de Dubái, debido a las recomendaciones medicas tras su reciente enfermedad pulmonar.
Es la primera vez que un papa iba a participar activamente en una cumbre de este tipo y también, era la primera vez que una delegación de la «Santa Sede» participaría activamente en las negociaciones. El papa Francisco siempre ha expresado su preocupación por la crisis climática, inclusive ha publicado dos textos sobre el tema; la encíclica «Laudato Si» (2015) y la segunda parte «Laudate deum» (2023).
Sin embargo, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explicó el martes que aunque el cuadro clínico general del pontífice «mejora», los médicos le han recomendado no realizar el viaje como una medida de prevención. El papa se sometió el sábado pasado a una TAC en un hospital del centro de Roma por una «inflamación pulmonar» debido a un «ligero estado gripal» que en los últimos días le obligó a suspender algunos actos de su agenda.
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Se descartaron riesgos de complicaciones pulmonares, y se confirmó entonces que su estado de salud ha mejorado notablemente, reanudando poco a poco sus actividades diarias, como la visita de los obispos españoles.
A pesar de la situación, el vaticano expreso que sigue deseando participar en los próximos debates en Dubái, por lo que «se definirá lo antes posible» el modo en que se podrá realizar una eventual intervención.
Con información de Milenio.
AR
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