InicioPlumas InvitadasMás lumbre entre Israel y Palestina

Más lumbre entre Israel y Palestina

Por Israel Navarro

Desde la llamada Guerra del Yom Kippur en 1973, no habían sorprendido al Estado de Israel con una ofensiva bélica, como la que impulsó la organización extremista Hamás el pasado fin de semana. ¿Quiénes son estos ‘angelitos’ y por qué se les ocurrió esa idea de meterse hasta la cocina de Israel literalmente por sus pistolas?

Hamás es un movimiento paramilitar político-religioso, considerado por algunos países como una organización terrorista, y que controla uno de los dos territorios palestinos: la famosa Franja de Gaza. El otro territorio, es Cisjordania, que es controlado por la Autoridad Nacional Palestina, que está en manos del partido Fatah. Evidentemente, hay mucha tensión entre Hamás y Fatah, pero les une la causa de algún día lograr el establecimiento de un Estado Palestino soberano. La pregunta es, ¿por qué no ha ocurrido y por qué pelean contra los israelíes? Cuatro factores fundamentales:

El primero es que para que exista un Estado Palestino, tendría que haber nuevas fronteras. Y aquí hay una bronca que data desde 1967, año en el Israel se enfrentó a Egipto, Siria, Irak y Jordania. Después de seis días, Israel salió victorioso y expandió su territorio. Ahora los palestinos reclaman que la partición territorial sea como antes de 1967. Para Israel eso es inaceptable: lo caido, caido.   

Segundo, se calcula que el 5% de la población israelí vive en Cisjordania y Jerusalén Oriental, es decir, en territorio considerado palestino. El problema es que se sabe que el mismo gobierno de Israel es quien impulsa, de manera ilegal, la construcción de estos asentamientos judíos, para ganarle territorio a Palestina. O sea, están haciendo agandallamiento territorial hormiga, lo cual tiene muy enojados a los palestinos.

Tercero, Jerusalén como capital. Y esto tiene un tinte religioso muy fuerte. Ahí están tres lugares simbólicos para los musulmanes, los judíos y los cristianos: la mezquita de Al-Aqsa, el Muro de las Lamentaciones y el Santo Sepulcro. Siendo un lugar sagrado para ambos, ninguna las partes va a ceder que este lugar sea la capital del otro.   

Y cuarto, la piedra en el zapato de Hamás. Esta organización es radical, no cede en nada, históricamente se ha opuesto a los acuerdos logrados por la Autoridad Nacional Palestina, y como hemos visto, está dispuesta a usar la violencia, hasta contra civiles. Imposible negociar con cavernícolas. 

Sin embargo, esta última afrenta puede ser su tumba, porque el Estado de Israel, a pesar de que lo agarraron con la guardia abajo, va a retaliar durísimo, y Hamás cada vez tiene menos apoyo público entre los países árabes. ¿Será que esto es el principio del fin, o solo una nueva etapa del eterno conflicto entre primos? Veremos. 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael 

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