En América Latina y el Caribe, se está viviendo una de las crisis más grandes y complejas de migración infantil en todo el mundo, según una alerta emitida por Unicef el jueves pasado. Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia indica que aproximadamente el 25% de los migrantes en esta región son menores de edad, y con frecuencia viajan sin la compañía de adultos, en contraste con el promedio mundial del 15%. Este éxodo masivo se atribuye a factores como la pobreza, la violencia y el impacto del cambio climático, además de la pandemia de Covid-19 y la búsqueda de reunificación familiar.
El informe, titulado «El rostro cambiante de la niñez migrante en América Latina y el Caribe», señala que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que cruzan la región lo hacen a través de tres rutas críticas: la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, el norte de América Central y México. El director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Gary Conille, advierte que la complejidad y la magnitud de la situación de la infancia migrante en la región son sin precedentes y requieren una respuesta unificada.
Los menores no acompañados enfrentan un mayor riesgo de caer en manos de traficantes, delincuentes y bandas organizadas que buscan explotarlos o dañarlos, especialmente si viajan solos o en grupos pequeños. Conille enfatiza que, independientemente de si son migrantes o solicitantes de asilo, estos niños están expuestos a un nivel significativo de peligro, y el tratamiento que reciben debería ser consistente y sistemático.
Lee más aquí:
Durante los primeros seis meses de 2023, más de 40,000 menores y adolescentes cruzaron la selva del Darién. En el mismo período, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos registró a 83,000 menores, en comparación con los 149,000 de 2021 y los 155,000 de 2022.
Incluso se ha observado un aumento en los flujos migratorios hacia América Latina, con la mayoría de los migrantes teniendo como destino final México, Estados Unidos y Canadá. Por ejemplo, entre 2020 y 2021, más de 150,000 venezolanos cruzaron el Darién con rumbo a Estados Unidos. Los haitianos también han representado un importante grupo migratorio en la región en la última década, con más de 870,000 migrantes y refugiados en otros países de la región en 2020. A esto se suman migrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala y México.
El informe destaca que, entre 2014 y 2022, más de 2 millones de personas emigraron de El Salvador, Guatemala y Honduras, tanto dentro como fuera de la región. De los 541,000 nacionales de estos países que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos en 2022, 140,000 eran menores, y de ellos, 114,585 no estaban acompañados, según datos oficiales.
Además, más de 808,000 migrantes y refugiados mexicanos intentaron llegar a Estados Unidos en 2022, de los cuales casi 40,000 eran menores acompañados y otros 28,000 no estaban acompañados. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informa que en 2022, más de 197,000 migrantes y refugiados fueron repatriados desde Estados Unidos y México a sus países de origen en el norte de Centroamérica, incluyendo a casi 36,000 menores y más de 41,000 mujeres. En el mismo año, las autoridades migratorias mexicanas repatriaron a 9,192 niños, niñas y adolescentes, con el 71% de ellos viajando sin compañía y el 85% teniendo nacionalidad hondureña o guatemalteca.
Con información de: El Economista & UNICEF
RFB
Recent Comments