El narcotráfico no solo genera violencia e inseguridad en México, sino que también se infiltra en diversos sectores de la economía, desde el agropecuario hasta el transporte.
Según un informe del Instituto Belisario Domínguez del Senado, el crimen organizado controla o influye en actividades como la producción y comercialización de limón, aguacate, tomate y café; el robo y venta de combustible; el cobro de cuotas a comerciantes, transportistas y taxistas; y el lavado de dinero a través de empresas fantasma o negocios lícitos.
El informe estima que el narco genera ingresos anuales por unos 19.000 millones de dólares, equivalentes al 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
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