Llegó el día tan esperado de los amantes del futbol y de los fanáticos y haters del astro argentino, Lionel Messi, pues jugó su primer partido con las Garzas del Inter Miami. El encuentro fue contra la máquina celeste del Cruz Azul en la inauguración de la Leagues Cup, torneo disputado entre los equipos de la Liga Mx y las escuadras de la MLS, donde compiten clubes de Estados Unidos y Canadá.
En las gradas no daban crédito un sinfín de celebridades, desde LeBron James -con el que se abrazaba antes del partido hasta Serena Williams o Tom Brady sin olvidarse de David Beckham, uno de los dueños del Inter de Miami y el gran artífice del fichaje de Messi. El ‘efecto Leo’ se impregnó en ellos y en cada uno de los aficionados que tuvieron la fortuna de vivir in situ un día histórico para el fútbol estadounidense.
Messi tuvo el estreno soñado contra el Cruz Azul mexicano (1-2) y recordó que seguirá siendo un jugador diferencial hasta el final de sus días en el deporte profesional. Junto a él también debutó en Miami su compañero y amigo Sergio Busquets, el único que le supo encontrar con garantías en el terreno de juego. Pronto se unirá a ellos Jordi Alba y también esperan hacerlo Andrés Iniesta y Luis Suárez.
Para esta primera jornada, Gerardo el «Tata» Martino decidió que ni Messi ni Busquets fueran de la partida, y el Inter Miami, hasta ese magnífico destello final del argentino, adoleció de los mismos problemas que ya mostró durante el resto de la temporada: una fragilidad defensiva preocupante que nace en el propio centro del campo.
Messi y Busquets saltaron al terreno de juego en el minuto 53 y tardaron poco en despertar los primeros ánimos de la grada en una gran jugada que llevó al argentino combinando con sus compañeros hasta la línea de fondo. El partido era otro en lo ambiental y en lo futbolístico. Los espectadores permanecieron durante muchos minutos en pie y Leo asumió el liderazgo comenzando por ponerse el brazalete de capitán desde su primer minuto en el césped.
Por si no lo viste:
Corría el minuto 90+4, tan solo 40 minutos después de que el campeón del mundo con la selección de Argentina pisara por primera vez el campo del DRV PNK Stadium de Miami, Florida, vistiendo el jersey de las Garzas en un partido oficial. El colegiado esperaba a que el ex-jugador del Barcelona tirara un balón parado para terminar el encuentro inaugural de la Leagues Cup.
Lo que ocurre después de que el astro tocara el balón con su pié izquierdo parece la historia perfecta: salta la barrera de los jugadores de la máquina celeste para clavarse en el angulo superior izquierdo del arco protegido por Andrés Gudiño para lograr la hazaña y darle una victoria al equipo que ocupa el último lugar de la conferencia éste de la MLS.
Messi lo celebró por todo lo alto ante un estadio que gritó y festejó, con un banquillo que saltó al césped para unirse a su nuevo ídolo y fundiéndose después en un abrazo con su familia, presente en primera fila junto al banquillo.
«Me quedó justo en la última, y lo intenté como hago siempre. Tuve la suerte de que pasó y fue al arco. Es una alegría enorme conseguir este primer triunfo después de como venimos en la liga. Es importante empezar a ganar, aunque sea otro campeonato. Para la confianza es muy bueno conseguir victorias», analizó después el argentino en declaraciones a la retransmisión de Apple TV+.
Con información de El Español.
dmra
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