Después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, aprobara por decreto y sin voto de la asamblea su reforma a la Ley de Pensiones, ciudadanos de París salieron a las calles de manera repentina para manifestarse en contra de la imposición por parte del mandatario.
Tras los sucesos, más de 200 ciudadanos fueron arrestados por la policía de la capital francesa como compartieron las autoridades.
Miles de personas se congregaron en la simbólica plaza parisina de la Concordia con la consigna de «bloquear el país» y la meta de tumbar al actual Ejecutivo. A final de esta manifestación, algunos de sus miembros quemaron contenedores, destruyeron automóviles y montaron barricadas.
Según la prefectura de policía de París, 217 personas fueron detenidas en la plaza de la Concordia, indicó el diario francés Le Monde, que también reporta disturbios similiares en Lyon, Rennes, Nantes y Marsella.
Por si no lo viste:
En Rennes, el alcalde de la ciudad denunció «una violencia asombrosa» de parte de los manifestantes, mientras que en la ciudad portuaria de Marsella, en el sur, se destrozaron escaparates y fachadas de bancos, según los medios de comunicación franceses. Se atribuyó al menos parte de los destrozos a grupos radicales de izquierda.
Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir para desalojar la Concordia, pero las tensiones se trasladaron a otras zonas próximas, como la de los Campos Elíseos.
Los agentes utilizaron cañones de agua tras un intento de dañar las obras del Obelisco del antiguo Egipto situado en el centro de la plaza, según la policía. La actuación provocó importantes mareas humanas, constataron periodistas de la AFP.
Los bomberos intervinieron para extinguir varios incendios en el recinto del Obelisco, en particular de tablones y de una excavadora. También se registraron «varios incendios» en las calles aledañas, con cubos de basura y mobiliario urbano incendiados, indicó la prefectura de policía, indicó Le Monde.
Desde mediados de la tarde, miles de personas se concentraron en la plaza después que el gobierno adoptara una impopular reforma, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años, sin someterla al voto de los diputados.
La policía cargó y lanzó gases lacrimógenos para alejar a los manifestantes del puente que conecta la plaza de la Concordia con la Asamblea Nacional (cámara baja).Tanto la ultraderecha de Marine Le Pen como la izquierda adelantaron que presentarán en breve respectivas mociones de censura para intentar tumbar al Gobierno de la primera ministra, Elisabeth Borne, por haber aprobado la reforma de las pensiones por la vía rápida.
Con información de DW.
dmra
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