El sistema de justicia penal dedica más tiempo y recursos a detener a personas por delitos menores de drogas que a desmantelar estructuras del narcotráfico organizado. La ley facilita la comprobación de posesión simple, lo que resulta en la sistemática prisión de individuos.
Mientras las campañas del Gobierno de México estigmatizan a los usuarios de drogas y el consumo crece, también aumenta la criminalización directa, con detenciones por posesión simple. A pesar de una leve disminución entre 2019 y 2020, estas detenciones aumentaron en un 25% en 2021, alcanzando 53,032 casos.
Datos de los censos nacionales de Seguridad Pública entre 2020 y 2022 revelan un crecimiento en las detenciones por posesión simple. El delito está previsto en la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, con penas de prisión de diez meses a siete años y medio, dependiendo de la legislación aplicada.
La legislación actual permite la detención arbitraria, violencia, estigmatización y procesamiento penal sin sentencia para personas no involucradas en narcomenudeo. Elementa DDHH documenta prácticas policiales en aumento, con casi 10,000 casos adicionales de detenciones entre 2019 y 2021.
Aunque no todas las detenciones resultan en prisión, se utilizan como mecanismo de extorsión. La falta de necesidad de comprobar la intención de venta para detener, procesar o condenar es una problemática persistente que el gobierno actual prometió cambiar.
A pesar de la disminución total de personas privadas de libertad por posesión simple, el 32% reincide. La narrativa gubernamental presenta el aumento de detenciones como éxito, mientras que la falta de desmantelamiento de cadenas de violencia y redes de macrocriminalidad persiste.
A pesar de 45 iniciativas presentadas en el Congreso para cambiar la política de drogas, ninguna ha avanzado. Propuestas para legalizar la cannabis y abordar el estigma hacia los consumidores han sido obstaculizadas. La visita del presidente López Obrador a Colombia no cambió la voluntad de la coalición mayoritaria.
Por si no lo viste:
A cinco años de gobierno, la narrativa ha cambiado, pasando de considerar la legalización a lanzar campañas para inhibir el consumo de drogas. La falta de comprensión sobre reducción de daños y la persistencia de estigmas en el sistema de salud perpetúan problemas relacionados con el consumo de sustancias.
Con información de Animal Político
DVA
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