Como ya informamos previamente, este fin de semana salieron a relucir videos donde pobladores del sur de Chiapas, exactamente de la localidad de Frontera Comalapa, aplaudían y celebraban la llegada de miembros del Cartel de Sinaloa, grupo del narcotráfico, a la zona para hacer frente a otras organizaciones criminales que atemorizan la región.
Estas imágenes causaron que el Gobierno Federal desplegara elementos de la Sedena para evitar enfrentamientos y buscar detener a los grupos de la delincuencia. La mañana de ayer se informó que cerca de 1,500 elementos tanto del ejército como de la Guardia Nacional llegaron a Chiapas como parte del operativo.
Sin embargo, pobladores de la región aseguran que se trató de una pantalla ya que los cuerpos de seguridad que llegaron al municipio de Frontera Comalapa se retiraron a unas horas de su llegada. La población, temerosa, se encerró en sus casas. Pero poco tiempo duró la calma y el silencio.
El teniente coronel Félix Moreno Ibarra, comandante del 15 Regimiento de Caballería de la VII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) iba al mando de los 500 soldados que salieron de Comitán la mañana de hoy para recorrer los 95 kilómetros de Carretera Panamericana hasta Frontera Comalapa.
Los elementos de la Sedena se desplegaron en la cabecera municipal, donde desde hace más de dos años un grupo de la delincuencia organizado mantienen asolada a la población con cobro de piso, amenazas, extorsión, asesinatos, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, multas por no participar en bloqueos al que los obligan a asistir, cuotas para comprar o vender en sus negocios.
Dijo que las protestas registradas contra las fuerzas armadas han sido “por influencia de la delincuencia organizada”. Los elementos del Ejército Mexicano liberaron los accesos a Frontera Comalapa de palos, piedras, plumas metálicas y otros obstáculos que impedían el libre tránsito.
Por si no lo viste:
Algunos pobladores que salieron a las calles no se vieron optimistas con la llegada del Ejército, dicen que la paz durará el tiempo que las fuerzas armadas estén ahí presentes y que tan pronto como se vayan, volverá la violencia.
Y así fue, llegaron alrededor de las 13:30 horas, pero cerca de las 16:00 horas ya estaban saliendo del poblado. La trágica realidad volvió de nuevo entre los comalapenses. “Sólo vinieron para la foto, pa’l Face”, dijo otro lugareño.
Duraron más en el ir y venir de Comitán a Comalapa, cuatro horas, que lo que duró el patrullaje por las calles de Comalapa, ni tres horas.
Contrario al recibimiento a miembros del crimen organizado el pasado sábado en Chamic, a 38 kilómetros de Comalapa, aquí nadie salió a aplaudir ni echarle vivas al Ejército Mexicano.
Los habitantes de la cabecera municipal de Comalapa tienen miedo, han quedado a merced de un grupo criminal desde hace más de dos años, y ahora “sólo se agazaparon” en tanto permanecen las fuerzas armadas, dice otro lugareño.
Nadie quiere que se grabe su voz y su rostro, tienen miedo a las represalias. Multas, tableadas, encierros y cosas peores les espera a quien interactúe con los militares y les provea de información sobre el grupo armado que opera en la región.
Los pobladores han vivido sometidos por un cártel que se refleja a través de una organización llamada MAÍZ.
Con información de Proceso.
dmra
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