El Fútbol Club Barcelona se ha mantenido bajo el ojo del huracán desde que se abrió su «caja de pandora»: el llamado Barçagate, así como la relación de Lionel Messi con la filtración de los llamados Panama Papers durante su militancia, han sido la linea por la que muchas investigaciones han descubierto uno que otro caso turbio relacionado con los blaugranas.
El fantasma que sigue los dorsales del equipo actualmente es el llamado Caso Negreira, el cual hace referencia a una serie de transferencias por parte del club entre 2001 y 2018 a 7 empresas propiedad de José María Enríquez Negreira, exárbitro de fútbol español que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) durante aquel periodo.
Esto ocurrió durante el gobierno de 4 presidentes del club: Joan Gaspart (2000 a 2003), Sandro Rosell (2010 a 2014), Josep Maria Bartomeu (2014 a 2020). El otro mandatario es Joan Laporta (2003 a 2010), quien actualmente es el presidente del equipo.
El acumulado total por los pagos a las empresas propiedad de Negreira llega a los 7.3 millones de euros.
Ante esto, la UEFA anunció el inicio de una investigación al Barcelona por una “potencial violación de su marco legal”, ya que de acuerdo al artículo 31 (4) del reglamento de Ética y Disciplina, la UEFA ha designado inspectores disciplinarios para conducir la investigación, según confirmó en un escueto comunicado, en el que indica que facilitará más información en su debido curso.
Por si no lo viste:
La normativa de la federación establece que las partes afectadas son informadas cuando se inicia una investigación, salvo cuando dicha notificación no se considera conveniente y que las investigaciones se llevan a cabo mediante indagaciones escritas y, en caso necesario, el interrogatorio de personas.
La UEFA solicitó información sobre el caso a la Federación Española de Fútbol (RFEF) el pasado 24 de febrero, nueve días después de hacerse pública la investigación iniciada por la Fiscalía de Barcelona, y según su secretario general, Andreu Camps, le remitió toda la documentación disponible y su disposición a seguir colaborando.
Hace una semana el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reconoció que le preocupa la situación generada por el caso Negreira en España y dijo que “no es bueno para el fútbol” y que hay que “analizar lo que pasó para ver cómo se puede solucionar”.
La UEFA ya sancionó al club francés Olympique de Marsella con la exclusión de la Liga de Campeones 1994-1995, después de confirmarse que el club había comprado un partido de la liga gala ante el Valenciennes y de que la Federación Francesa le retirara el título de campeón de Liga 1993-1994.
Después prohibió participar en sus competiciones al Anderlecht belga por un caso relacionado con compra de partidos en la temporada 1998/99. Y también, el Pobeda macedonio fue sancionado con ocho años de prohibición para participar en competiciones europeas por manipular el resultado de un partido en la ronda previa de la Liga de Campeones en 2004.
Con información de EFE.
dmra
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