El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue recibido ayer con una ovación de casi cinco minutos en la Convención Nacional Demócrata en Chicago, antes de dar un discurso en el que advirtió sobre la amenaza que representa el candidato republicano Donald Trump y en el que cedió el testigo a la vicepresidenta Kamala Harris.
“Amo mi trabajo, pero amo más a mi país”, expresó Biden durante un discurso que culminó una carrera política de 50 años, marcada en su última etapa por peticiones dentro de su propio partido para que abandonara su campaña de reelección, debido a dudas sobre su capacidad para derrotar a Trump en noviembre.
La primera jornada de la convención se transformó en un tributo a la carrera de Biden y su dedicación al pueblo estadounidense. Al subir al escenario, la emoción de los asistentes fue tal que el presidente tuvo que esperar cinco minutos antes de comenzar su discurso.
“¡Los quiero!”, respondió un Biden visiblemente conmovido mientras los miles de asistentes, de pie, clamaban “te queremos Joe” y agitaban pancartas azules decoradas con corazones rojos que portaban el mismo mensaje. Al subir al escenario, arropado por el fervor de la multitud, tuvo que secarse algunas lágrimas mientras abrazaba a su hija Ashley, quien lo presentó describiéndolo como “uno de los líderes más trascendentales de la historia”.
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La amenaza de Trump
Biden centró gran parte de su discurso en criticar a Trump y alertar sobre el peligro que representa para la democracia en Estados Unidos. Recordó el asalto al Capitolio en 2021 y afirmó que durante la presidencia de Trump, los nazis y supremacistas se sintieron “envalentonados” al verlo como un “aliado”.
“No hay lugar en Estados Unidos para la violencia política, no se puede amar al país solo cuando ganas”, dijo Biden nada más empezar su discurso.
Con ese tono serio, Biden pasó el testigo a Harris, afirmando que “la democracia debe ser preservada” e instando a los estadounidenses a acudir a las urnas.
Ante el clamor de la multitud, Biden calificó la elección de Harris como vicepresidenta como “la mejor decisión” de su carrera y contó cómo en estos cuatro años se han hecho amigos y ha llegado a ver cómo la vicepresidenta es una líder “dura” e “inteligente”.
Harris siguió atentamente el discurso de Biden desde el estadio United Center, sede de la convención. Cuando el mandatario terminó, subió al escenario junto a su esposo Douglas Emhoff y la primera dama Jill Biden para felicitar al presidente.
Entonces, Biden aprovechó el momento para tomar la mano de Harris y alzarlas juntos ante la ovación de los asistentes.
Una aparición sorpresa
Horas antes, la vicepresidenta Kamala Harris sorprendió a todos con una aparición inesperada en el escenario para rendir tributo al “liderazgo histórico” del presidente Biden.
Al ritmo de la canción “Freedom” de Beyoncé, la llegada de Harris hizo que los asistentes se levantaran de sus asientos, aclamándola con gritos y aplausos. “¡Cuando luchamos, ganamos!”, exclamó Harris, reiterando las palabras que se han convertido en el lema central de su campaña.
Otro de los momentos más emotivos de la noche ocurrió cuando Hilary Clinton intervino, animando a Harris a romper el techo de cristal, en un discurso cargado de simbolismo que también rindió homenaje al reverendo Jesse Jackson, destacado activista.
Con información Informador.
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