Una tragedia sacudió a la región de Hill Country, en Texas, luego de que lluvias torrenciales azotaran el área montañosa en pocas horas, provocando el desbordamiento del río Guadalupe. Las inundaciones repentinas causaron la muerte de al menos 24 personas, mientras decenas más siguen desaparecidas. Entre los no localizados se encuentran unas 20 niñas que asistían al campamento de verano cristiano Camp Mystic, ubicado a orillas del río.
Durante la madrugada del viernes, cayeron hasta 25 centímetros de lluvia en la zona, superando con creces los niveles habituales y haciendo que el nivel del río se elevara casi 7 metros en dos horas. Las autoridades locales y estatales montaron una operación de rescate de gran escala: más de 400 personas participan en las labores, con helicópteros, drones y equipos especiales desplegados en el área.
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, confirmó en rueda de prensa la cifra de fallecidos y explicó que 237 personas fueron rescatadas, muchas de ellas por vía aérea. La situación sigue en desarrollo, con el número de víctimas y desaparecidos aún por determinar. La prioridad, dijeron las autoridades, es encontrar con vida a quienes aún están atrapados o no han sido localizados.
Las escenas que dejó el desastre son dramáticas. Elinor Lester, una adolescente de 13 años, narró cómo ella y otras niñas tuvieron que cruzar un puente con el agua hasta las rodillas, sostenidas por una cuerda, antes de ser evacuadas en helicóptero. “El campamento quedó completamente destruido”, declaró.
La emergencia reveló también fallas graves en el sistema de alertas. Habitantes afectados señalaron que no recibieron advertencias oportunas sobre la magnitud del peligro. El juez del condado de Kerr reconoció que no cuentan con un sistema de alerta formal. “Tengan la seguridad de que nadie sabía que venía este tipo de inundación”, declaró.
La región de Hill Country es conocida por su belleza natural y su popularidad como destino turístico, especialmente por sus ríos y campamentos de verano. Sin embargo, también tiene fama por su vulnerabilidad a inundaciones repentinas. La delgada capa de suelo impide que el agua sea absorbida con rapidez, generando escurrimientos peligrosos en poco tiempo.
La Fundación Comunitaria de Texas Hill Country ya comenzó a recolectar donaciones para apoyar a los afectados y a las organizaciones de primera respuesta. Mientras tanto, las autoridades continúan con las labores de búsqueda y rescate, en medio del dolor, la incertidumbre y las súplicas de familiares que aún esperan noticias de sus seres queridos.
Con información de Proceso
bvp
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