El papa León XIV tuvo este sábado su primera audiencia con los cardenales en el Vaticano.
El encuentro fue a puerta cerrada y estuvo marcado por el simbolismo de la sucesión y el mensaje de continuidad.
Apenas dos días después de su elección, el nuevo pontífice ofreció su primer discurso formal ante el Colegio de Cardenales.
Agradeció la confianza depositada en él y explicó por qué eligió el nombre de León.
La elección, dijo, no fue casual.
León XIV quiso rendir homenaje a León XIII, autor de la encíclica Rerum novarum, que fundó la doctrina social de la Iglesia en tiempos de la revolución industrial.
“El mundo atraviesa una nueva revolución, esta vez ligada al desarrollo de la inteligencia artificial”, afirmó.
Para el nuevo papa, esta transformación requiere una respuesta ética y social desde el pensamiento cristiano.
León XIV, primer pontífice estadounidense, reconoció que la tarea que asume supera sus fuerzas.
Por eso apeló a la guía del legado doctrinal y pastoral que lo precede.
Recordó también al papa Francisco, recientemente fallecido.
Definió su muerte como “un evento pascual” e instó a los cardenales a continuar su camino.
Mencionó como pilares la conversión misionera, el cuidado de los más débiles y el diálogo con el mundo.
Destacó especialmente la huella del Concilio Vaticano II y la exhortación Evangelii gaudium.
Durante la reunión, los cardenales ofrecieron sugerencias y propuestas.
Muchas de ellas ya se habían planteado antes del cónclave.
Al cerrar su discurso, León XIV evocó las palabras de Pablo VI y expresó su deseo de que una “gran llama de fe y de amor” ilumine al mundo.
Con este mensaje de esperanza, el papa marcó el tono de su pontificado: una Iglesia que dialoga, que recuerda y que se renueva.
Con información de Infobae
bvp
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