Al cumplirse una década de la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, padres y madres de los estudiantes marcharon nuevamente en la Ciudad de México exigiendo justicia y respuestas. Acusaron al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de haberlos traicionado al no cumplir con la promesa de resolver el caso, comparándolo con el gobierno anterior de Enrique Peña Nieto.
Durante la movilización, que duró cuatro días, las familias de los desaparecidos denunciaron la falta de voluntad política y el bloqueo de información por parte del actual gobierno. Criticaron también el creciente poder del Ejército, al que responsabilizan de estar involucrado en los hechos de la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando sus hijos fueron vistos por última vez.
Isidoro Vicario Aguilar, abogado y vocero del movimiento, expresó la frustración de las familias al no obtener respuestas después de una década de lucha. Durante la marcha, se realizaron pintas y se rompieron vidrios en algunos edificios, como parte de las manifestaciones de descontento. Además, se lanzaron cohetones y se encendieron fuegos en memoria de los desaparecidos.
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El movimiento estuvo respaldado por estudiantes de diversas universidades, así como por organizaciones no gubernamentales que luchan contra la militarización y defienden los derechos humanos. Los manifestantes expresaron que seguirán luchando hasta conocer la verdad y obtener justicia para los 43 normalistas, sin importar qué gobierno esté en el poder.
Las familias exigieron la integración de folios faltantes en la investigación y el regreso del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), así como un cese a la complicidad del gobierno con el crimen organizado y el Ejército.
Con información de El Universal.
AR
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