El debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump se destacó por su intensidad, con Trump visiblemente acorralado y descontrolado en varios momentos, especialmente cuando se abordó el asalto al Capitolio de 2021.
Harris, quien se unió a la contienda presidencial tras la retirada de Biden, llegó al debate con mucho que ganar y perder. Aunque empezó nerviosa, pronto mostró confianza y comenzó a atacar a Trump, acusándolo de ser divisivo y de tener un plan ineficaz para el país. Trump, por su parte, se mantuvo en sus críticas hacia la administración Biden-Harris, tachándola de la peor de la historia y responsabilizándola de problemas graves, como permitir la entrada de inmigrantes a los que llamó criminales. Trump también hizo afirmaciones erróneas, como que los migrantes haitianos se comen las mascotas en Springfield, Ohio, lo cual fue desmentido por los moderadores David Muir y Lindsey Davis.
Durante el debate, Harris cuestionó la capacidad de Trump para gobernar, señalando que ni siquiera su propio equipo confiaba en él. Trump, incapaz de responder claramente sobre su plan de deportación masiva de 11 millones de inmigrantes, se mostró evasivo y reiteró sus acusaciones sobre la criminalidad, a pesar de que el FBI reporta una disminución en los índices delictivos. Harris aprovechó para recordar a Trump que enfrenta múltiples acusaciones judiciales, desde el asalto al Capitolio hasta el manejo de documentos clasificados y fraude en el caso de Stormy Daniels.
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El debate se volvió particularmente tenso con frecuentes interrupciones de ambos candidatos, a pesar de las reglas que estipulaban micrófonos cerrados cuando no estaban interviniendo. Un momento crucial fue cuando Muir preguntó a Trump si se arrepentía de su papel en el asalto al Capitolio. Trump respondió que no había hecho nada malo y culpó a Nancy Pelosi por los eventos del 6 de enero de 2021. Harris, que estaba en el Capitolio ese día como senadora, refutó esta afirmación y acusó a Trump de incitar a la multitud.
En temas como el aborto, Harris defendió que el gobierno no debe dictar a las mujeres qué hacer con sus cuerpos, mientras que Trump insistió en que había ganado en 2020, desafiando las evidencias que confirman la victoria de Biden. Harris criticó a Trump por negar los hechos y subrayó que el pueblo estadounidense merece algo mejor.
En política exterior, Harris acusó a Trump de haber hecho que los líderes mundiales se rieran de él y criticó su enfrentamiento con Europa y la OTAN. Trump reiteró que bajo su gobierno no habría guerras, pero evitó comprometerse a apoyar al gobierno de Volodimir Zelensky en la guerra contra Rusia. Harris acusó a Trump de distraer y dividir al país, mencionando su afinidad con dictadores y su incapacidad para manejar la política internacional de manera efectiva.
El debate, que era clave para ambos candidatos dada la paridad en las encuestas, culminó con el apoyo público de Taylor Swift a Harris, lo que intensificó aún más la presión sobre Trump. Swift anunció su respaldo a Harris y a Tim Walz, lo que añadió un golpe más a la ya difícil noche de Trump.
Con información de El Universal
bvp
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