La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmó el lunes 12 de agosto que está investigando una serie de ataques informáticos dirigidos a las campañas de Kamala Harris y Donald Trump. Esta noticia generó preocupación tanto entre demócratas como republicanos, quienes se preparan para la recta final de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Tres fuentes anónimas vinculadas a la campaña demócrata de Joe Biden revelaron que recibieron correos electrónicos diseñados para parecer legítimos, los cuales podrían haber comprometido sus redes de comunicación. Sin embargo, aclararon que no hay evidencia de que estos intentos hayan sido exitosos.
El diario The Washington Post informó que el FBI inició la investigación en junio, sospechando que Irán estaba detrás del presunto robo de datos. Este intento de hackeo ocurrió tras la salida de Biden de la carrera presidencial y la incorporación de Harris como su reemplazo.
Por otro lado, la campaña de Trump denunció el sábado pasado que había sido víctima de un ataque informático, resultando en el robo y distribución de documentos internos. Según el medio Politico, recibió estos documentos filtrados a través de un correo electrónico anónimo, el cual contenía información sobre la fórmula vicepresidencial de Trump.
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Los medios The New York Times y The Washington Post también informaron haber recibido material filtrado, aunque no se especificó si está relacionado con el supuesto hackeo a la campaña de Trump. Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, confirmó que los documentos filtrados estaban vinculados al ataque y fueron obtenidos «ilegalmente», advirtiendo que cualquier medio que manipule estos documentos estaría actuando en contra de los intereses de Estados Unidos.
La campaña de Kamala Harris, por su parte, declaró que el FBI ya les había notificado el mes pasado que eran objetivo de una operación de influencia extranjera. Un funcionario de la campaña afirmó que cuentan con fuertes medidas de ciberseguridad y que no han detectado ninguna violación de sus sistemas.
La campaña de Trump responsabiliza a Irán por el ataque cibernético, citando un informe de Microsoft que detalla un intento de infiltración iraní en una campaña presidencial en junio. Aunque no se han presentado pruebas concretas que vinculen a Irán con el hackeo, Trump aseguró que Microsoft les informó sobre un ataque del gobierno iraní a uno de sus sitios web.
El caso recuerda el ataque cibernético de 2016, en el que presuntos hackers rusos expusieron correos electrónicos de la campaña de Hillary Clinton, lo que provocó una gran controversia. Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado, subrayó la importancia de reforzar la ciberseguridad para proteger el proceso democrático en Estados Unidos, advirtiendo que este reciente ataque probablemente no será el último intento de interferencia en las elecciones.
Con información de France 24
bvp
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