InicioPlumas InvitadasCarta para el Presidente

Carta para el Presidente

Sí, Presidente.

Tiene razón.

La víctima es usted.

No yo, que de pendejo me dejé meter tres balazos en la panza.

El muerto soy yo y la víctima es usted.

Así de claro.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Mía solita.

Nada de echarle la culpa a los balazos más que a los abrazos.

Usted lo dijo así en más de dos ocasiones la semana pasada justo cuando mi familia me estaba velando y echando lágrima.

Su gober precioso de Tabasco, porque es su gober y su estado, ya que sabemos bien que ningún gober habla o se mueve sin pedirle permiso y línea, se atrevió a decir que me morí, que me acribillaron porque segurito yo tenía algo que ver con el crimen organizado …

La neta presi… es que sí.

A mis 12 añitos seguía siendo un niño (aunque su gober me crea adulto chiquito o adolescente precoz) pero desde mis 12 primaveras yo ya era tan chinguetas, mire usted, que dirigía un celululón del cartel que aterroriza a mi estado, refinería incluida.

Naaaaada de que yo cuidaba a mi abuelita, que tenía el mejor segundo promedio de mi escuela ó que mi sueño era ser ingeniero, no señor, no mi presi, esos eran otros datos.

(¿A poco no disimulaba yo de poca madre?)

La víctima es usted.

No yo, ni mis sueños, ni mi futuro, ni el ingeniero aspiracionista y fifirufis que ya no voy a poder ser.

Y la mera neta, y se lo diga acá en corto, es que me morí para joderlo a usted y a su cuatroté.

Como dicen, solo por chingar.

Nunca creí que tres balazos en el abdomen, a quemarropa y plena luz del día, me mataran.

¿Qué quiere que le diga mi presi…? ni pex, a mis compas del otro cartel que controla mi cantón, Paraíso se llama ( si nota la ironía, presidente …?) se les fue la mano esta vez y la víctima de víctimas, mil perdones, resultó usted.

Iban a ser nomás unos agujeros de bala en la pared de la casa de mi abue pero ya encarrerados esos güeyes dijeron mejor que los balazos vayan a la panza y así resulta más efectiva la malora al presidente.

Usted sabe, tonterías de niños y algún pomo de resistol y que se nos va la mano y la neta no sabe cómo lamento haberlo hecho enojar, amargarle su tarde jugando beis y pus de plano, joderle el día.

No era la intención, mi presi.

Me caló verlo casi al borde de las lágrimas, echándome la culpa por mi tres balazos en la panza y por haberme muerto.

La víctima es usted y de paso que chinguen a su madre quienes no entienden que no se trata de mí, sino de usted.

La víctima no soy yo, entiendan de una vez chingada madre.

Ni tampoco los siete niños muertos cada día en México, ni los más de 60 mil desaparecidos y 190 mil muertos acumulados en su sexenio, ni las 10 mujeres asesinadas a diario.

No, la víctima victima lo que se dice víctima, es usted.

Tampoco los más de 300 mil muertos por el COVID que se pudieron haber evitado.

Y ya pa’ terminar perdóneme por haber gritado en mis últimas, en mis últimos alientos de vida,  que quería un abrazo de mi mamá y que no me quería morir.

Mil perdones presidente, pero es que tres balazos en la panza arden y duelen un chingo, y pues la neta es que no aguanté.

Tuve que gritar que no me quería morir.

Lamento en serio haberle importunado y molestado tanto con mis últimos gritos y con mi muerte.

No lo pensé. Sorry.

Le ofrezco mí más sentida disculpa y sí, presidente, acá desde arriba, frío e inerte, le digo: aprendí la lección.

La única víctima de mi muerte fue, ha sido y será siempre, usted presidente.

No mi vida, no mis sueños, no mis aspiraciones o mi futuro.

Esos presidente, esos ya valieron madre a punta de balazos y sin ningún pinche abrazo.

Perdóneme.

Dante Emiliano.

Niño asesinado a sangre fría de tres balazos en Paraíso, Tabasco a plena luz del día y en frente de la casa de su abuela el día 23 de mayo de 2024.

Noticias relacionadas

Popular

Recent Comments