El Rancho El Aribabi, reconocido como Área Natural Protegida en Ímuris, Sonora, enfrenta una amenaza derivada de un proyecto del Gobierno Federal. Esta iniciativa, que inició con la deforestación para instalar vías férreas en la zona, ha generado inquietud entre los residentes y expertos. Estos últimos advierten sobre los riesgos para el medio ambiente, la disponibilidad de agua y la migración de diversas especies animales.
Según datos de Animal Político, el Rancho El Aribabi, visitado por Proyecto Puente en julio pasado, destaca como un lugar único en la naturaleza sonorense. Se encuentra en el municipio de Ímuris, a lo largo de la carretera federal 2 hacia Cananea, entre las sierras Azul y El Pinito. El rancho abarca 14 kilómetros del Río Cocóspera, conocido por tener el agua más limpia durante todo el año en el estado.
En este enclave se han identificado al menos 200 especies de aves, cerca de 40 reptiles y 30 especies de fauna protegidas por la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 de la Semarnat. Además, el lugar sirve como refugio para diversas especies, facilitando su migración entre sierras y ofreciendo un espectáculo turístico de luces verdes con la presencia de luciérnagas durante el verano.
A pesar de la resistencia al desarrollo del proyecto desde principios de 2023, cuando los habitantes de Ímuris protestaron, argumentando que pondría en peligro a la comunidad, las autoridades estatales y federales han mantenido una actitud poco transparente. Según un reportaje de The Associated Press, las solicitudes de información han sido redirigidas entre dependencias sin proporcionar detalles claros sobre el plan de infraestructura.
El presidente municipal, Jesús Leonardo García Acedo, expresó su preocupación desde el inicio, señalando que el proyecto dividiría a la población y afectaría directamente a 130 familias, así como a la flora y fauna de la región. A pesar de la oposición, las obras ya están en marcha en el lugar, con la presencia del Ejército Mexicano, según informan los habitantes.
Por si no lo viste:
Frente a esta situación, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, ha minimizado las preocupaciones de los habitantes de Ímuris, calificando como falso un mapa que señalaba las nuevas vías férreas. Aunque las obras están en curso, las autoridades no han proporcionado detalles claros y puntuales sobre el proyecto, lo que ha generado incertidumbre entre la población.
Con información de Periodismo Digital
DVA
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