Tras los roces entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la nueva administración de Dina Boluarte en Perú, la presidencia de la Alianza del Pacífico por fin llegó a autoridades andinas después de que fuera transferido del gobierno de Chile. México había traspasado la autoridad a esta nación para evitar el trato directo con la nueva presidencia.
El canciller chileno, Alberto van Klaveren, fue el encargado de traspasar la presidencia del organismo a su homóloga peruana, Ana Cecilia Gervasi, en una ceremonia en Santiago de Chile, a la que no acudió ni el presidente chileno, Gabriel Boric, ni la mandataria peruana, Dina Boluarte.
Perú tenía que haber recibido el mando del bloque a finales del año pasado, pero López Obrador se negó a entregárselo a Boluarte porque no reconoce su legitimidad, lo que empujó a Chile a ofrecerse como intermediario para presidir durante un mes la alianza -integrada también por Colombia- y concretar así el traspaso.
Por si no lo viste:
López Obrador sigue apoyando al expresidente peruano Pedro Castillo, procesado y encarcelado por el fallido golpe de Estado que intentó dar el pasado 7 de diciembre, y se niega a reconocer a Boluarte como su sucesora constitucional. La tensión en el bloque escaló cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, cuestionó también la legitimidad de la líder peruana.
Gervasi, por su parte, agradeció la intermediación de Chile y mostró su “aprecio” a Colombia y México “por su buena disposición” a concretar finalmente el traspaso.
Fundada en 2011, la Alianza del Pacífico es una iniciativa de integración comercial que representa la octava potencia económica mundial y sus miembros concentran el 41 % del PIB de América Latina y el Caribe.
Con información de EFE.
dmra
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