Por Israel Navarro
Twitter @navarroisrael
Y justo cuando creíamos que había una saturación de redes sociales, éramos 10 y parió la abuela. Así llega para ustedes Threads, la nueva red social de Meta, léase la plataforma de Mark Zuckerberg que engloba a Facebook, Whatsapp e Instagram entre otras tantas aplicaciones. Bueno, Israel si no te gusta, no le entres. Pues sí, pero déjenme les cuento un poco del trasfondo de todo esto.
Resulta que Threads es una red de microbloggeo, muy similar a lo que hace Twitter, pero desde que Elon Musk la compró ha perdido su valor unas dos terceras partes. Sí, de los 44,000 millones de dólares que pagó, ya solo vale unos 15,000 millones. Es decir, que las reformas que implementó el también dueño de Tesla, le han pegado duro a la red del pajarito porque han creado molestia entre la plantilla laboral, pero más importante: entre los usuarios.
Y como «a río revuelto, ganancia de pescadores», don Mark lanzó su app para comerle el mandado a don Elon, mejorando algunas de las funciones de Twitter y evitando pegarle al bolsillo de los usuarios, porque para que una red social sea exitosa, ante todo tiene que tener el uso frecuente por parte de los usuarios.
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Por eso, las redes sociales nos dan contenido que nos es agradable cada vez que nos conectamos. El algoritmo sabe con precisión, qué es lo que nos gusta y que no. De eso depende que pueda monetizar. Sí, nuestro tiempo y atención son vitales para que Elon y Mark puedan hacer billete. It’s all about the money! Ergo, Mr. Musk ya se apresuró a presentar una demanda contra Meta, por la supuesta copia que representa Threads de Twitter. Un pleito legal entre dos gigantes por defender el feudo digital.
Esta situación pone aún más en evidencia el lado oscuro de las redes sociales, que por un lado, nos han permitido tener una mayor conectividad global, facilitar el intercambio de ideas, hacer el activismo, promover la creatividad, y han horizontalizado la comunicación. Pero por otro lado, han generado un clima de desinformación y propagación de fake news y teorías de la conspiración, han presentado retos a la seguridad y la privacidad de las personas, en muchas ocasiones han facilitado las agresiones y el bullying; y ni hablar de la adicción que generan.
Así es que en síntesis, Threads es una raya más al tigre, que después de un debut explosivo con más de 100 millones de usuarios en su primera semana, tuvo un ajuste sustancial a la baja. Solo el 75% de los suscriptores se han mantenido usando la aplicación de forma constante y el tiempo de uso pasó de 20 minutos en promedio a 10, es decir, mucha menos gasolina para que la red social funcione. Aquí también aplica la máxima de «más vale paso que dure, y no trote que canse».
Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica.
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