Estados Unidos tiene un lista negra donde se prohíbe la venta de ciertos productos tecnológicos a individuos, organizaciones y naciones, donde no es sorpresa encontrar el nombre de los rivales del país de las varas y las estrellas.
Entre una de las obviedades, a la industria militar china y las organizaciones involucradas en el desarrollo de su programa nuclear no se les pueden vender semiconductores fabricados con tecnologías de origen estadounidense. A diferencia de las sanciones impuestas a Huawei, que son mucho más recientes, algunos centros de investigación chinos llevan en la lista negra más de dos décadas.
La Academia China de Ingeniería Física (conocida como CAEP por su acrónimo en inglés), que es una pieza fundamental en el programa nuclear de este país, entró en ella en 1997. En la práctica esto significa que Estados Unidos está haciendo todo lo posible para que no caigan en manos de esta y otras organizaciones los microprocesadores de origen estadounidense que necesitan para desarrollar su investigación.
Sin embargo, según The Wall Street Journal, hay registros que revelan que después de 2020 esta institución se ha hecho con chips de Intel y NVIDIA.
Tanto CAEP como cualquier otra institución, sea china o no, necesitan procesadores muy potentes para llevar a cabo simulaciones que lleven al desarrollo de bombas atómicas. Y, al parecer, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, estos chips están al alcance de China.
China tiene sus propios microprocesadores de alta integración, los que utiliza para aplicaciones militares. Esta situación impide que los estadounidenses controlen todo el mercado tecnológico ya que el mercado paralelo en Asia pone en manos chinas equipo de punta desarrollado en oriente.
Por si no lo viste:
La capacidad que tiene China de desarrollar sus propios microprocesadores avanzados está fuera de toda duda, pero los embargos de la alianza occidental liderada por Estados Unidos ponen fuera del alcance de sus principales fabricantes de semiconductores.
Los centros de investigación chinos que están especializados en el desarrollo de armamento necesitan los mejores microprocesadores disponibles actualmente para llevar a cabo sus simulaciones, y los están consiguiendo. No obstante, no son chips de origen chino.
Sorprendentemente CAEP ha publicado durante la última década al menos 34 artículos científicos en cuya elaboración han participado circuitos integrados de origen estadounidense. Y, de acuerdo con los expertos consultados por The Wall Street Journal, siete de esos artículos están involucrados directamente en el desarrollo o el mantenimiento del arsenal nuclear chino. Así están las cosas.
A China no le está costando lo más mínimo conseguir los chips que necesita. De hecho, en los siete artículos científicos que he mencionado en el párrafo anterior CAEP ha utilizado procesadores Xeon Gold de Intel y chips gráficos GeForce RTX de NVIDIA que actualmente pueden adquirirse sin dificultad en la tienda on-line china Taobao.
Un ejecutivo de NVIDIA se ha pronunciado alegando que por mucho cuidado que tengan sus GPU de propósito general están disponibles masivamente en el mercado de consumo.
Con información de Xataka.
dmra